[esp] Paloma Valdivia - Una niña fue a jugar

Crecí en una familia con dominio de mujeres. Entré a un colegio de niñas, católico y de monjas, tuve una maestra educadora de excelencia que me traspasó mucha fuerza y pasión por el aprendizaje. Mi infancia estuvo rodeada de afecto.

Luego, entré a estudiar Diseño en la universidad, una carrera casi exclusivamente femenina por aquel entonces. En ese lugar descubrí la ilustración, oficio prácticamente desconocido en el Chile de la época. Hacerme camino en él fue relativamente fácil, pues, una vez más, tuve influencias y seguí los pasos de una maestra que me traspasó, generosamente, todos sus conocimientos.

Creo que tuve una vida bastante afortunada en cuanto a mi libertad de decisiones laborales, aunque tuve conciencia de que existían patrones machistas presentes, especialmente en las esferas decisionales. Hoy, con la mirada crítica que me ha permitido la lectura y los movimientos reivindicativos feministas, puedo entender que, a pesar de mi burbuja, el machismo estuvo presente en mi cotidianeidad desde muy pequeña. 
¿Qué cantaba? ¿Qué leía? ¿A qué jugaba?

Lunes antes de almorzar,
una niña fue a jugar, 
pero no pudo jugar porque tenía que planchar. 
Así planchaba, así, así...
(Canción Los días de la semana, Emilio Aragón, España)

A esa niña, eso le ocurría el lunes, el martes tenía que coser, el miércoles que barrer, el jueves a cocinar, el viernes a lavar, el sábado a tender y el domingo a rezar. ¿Por qué tenía que hacer tantas labores en vez de jugar? ¿Por qué nunca, en ninguna parte de la canción se hablaba de un niño? ¿Por qué esa niña no leyó? ¿Por qué no construyó? ¿Por qué no tuvo que luchar, ni soñar?

La niña María ha salido en el baile
Baila que baila que baila
Y si no lo baila, castigo le darán.
(Canción popular de origen español)

¿Por qué teníamos que castigar a la niña si no quería bailar? Un castigo social, consensuado, una bruja quemada en la hoguera.

Arroz con leche, me quiero casar
Con una señorita de porte igual
Que sepa coser, que sepa bordar
Que sepa abrir la puerta para ir a jugar
Con esta sí, con esta no
Con esta señorita me caso yo.
(Canción popular de origen francés S. XIV)

¿Por qué alguien tenía que elegirnos para casarse con nosotras?, ¿y por qué esa niña tenía que saber de cosas domésticas como un requisito imprescindible para encontrar el amor?

Hoy nos esforzamos para que los juegos de infancia no sean sexistas, para que las niñas puedan jugar a ser bomberas, médicas, ingenieras, astronautas y que los niños también puedan llevar bebés y acunarlos tiernamente. En la realidad, una niña tiene fuerza para mover un mueble y un niño tiene el sentido estético y la delicadeza de poner una bella mesa para cenar en familia. 

Hoy sabemos que nuestro rol no es planchar mientras los hombres juegan, ni que seremos castigadas si no queremos bailar. En Chile se desarrolla un movimiento feminista fuerte y estructurado y cada 8M las calles se llenan de personas, marchando pacíficamente. Si bien son mayoritariamente mujeres, es importante reconocer la adhesión de hombres, de mirada distinta, que tienen claro que una reestructuración de los roles sería favorable para todas las personas.

En otro contexto, cabe destacar el fenómeno de Las Tesis, un colectivo interdisciplinario chileno que creó una canción y una coreografía que se volvió viral en redes sociales y ha sido interpretada en cientos de ciudades del mundo. 

Desde hace un par de años, el país ha comenzado a movilizarse y exigir cambios. Estamos en proceso de crear una nueva constitución que nos transformará en el primer país del mundo que tendrá una convención paritaria y que pretende avanzar hacia una constitución que consagre la igualdad de género. Personalmente, pienso que conlleva el cumplimiento de deberes y derechos, transversalmente.

En la literatura infantil, el papel de la mujer también ha evolucionado. Ya no solo leemos acerca de princesas, madrastras o brujas; hoy tenemos a protagonistas mujeres, lectoras e inquietas como Matilda de Roald Dahl, heroínas valientes como Pippi Calzas Largas [Pippi Långstrump] de Astrid Lindgren, jóvenes rebeldes y brillantes como Anne la de Tejados Verdes [Anne of Green Gables] de Lucy Maud Montgomery e incluso ovejas filósofas como Selma de Jutta Bauer que reflexiona acerca de su vida y descubre que es feliz.

Como editora y creadora de libros para primera infancia, pienso que tenemos un rol ineludible: crear contenidos interesantes y atractivos que hagan florecer la igualdad y creatividad en niñas y niños, permitiéndoles a futuro su desarrollo en las artes, la ciencia o la tecnología. Inculcarles, a todas las personas, ser protagonistas de un mundo que se renueva y que lucha por eliminar el patriarcado y los machismos hegemónicos. 
 


* Paloma Valdivia 
Nací en Santiago de Chile, estudié diseño en la Universidad Católica y realicé dos postgrados, uno de ilustración en la Escola de Art y Disseny Eina, Barcelona y otro de Antropología Audiovisual en la PUC, Chile. El dibujo y las historias siempre han sido mi pasión, es por lo que decidí trabajar escribiendo e ilustrando libros principalmente para niños y niñas. Mis libros han sido premiados y traducidos a 15 idiomas. Me fascina la infancia, como ese lugar común que todos habitamos. También soy editora de Ediciones Liebre, editorial chilena especializada en primera infancia.

ig @palomavaldivia




O que explode do seu vulcão?
 FILEX 2020, Brasil. © Paloma Valdivia.





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