Luego de graduarme de derecho, hace 14 años decidí dedicarme absolutamente a mi carrera pictórica. Llevaba ya 10 años pintando periódicamente en talleres y cursos, pero quise hacer el giro y escuchar el llamado de mi pálpito artístico.
Siempre sentí mucha afinidad por la pintura abstracta. Admiraba mucho a Joan Miró, Willem de Kooning y Henri Matisse, por lo que comencé a investigar en Estados Unidos dónde podrían dar clases de pintura del estilo que me interesaba. Buscando recomendaciones por aquí y por allá di con la Escuela The Art Students League de Nueva York, en Manhattan. Una escuela compuesta por diversos talleres de pintura, grabado, dibujo y escultura. Al ver el listado de pintores que dictaban clases vi la obra de Knox Martin, pintor newyorquino contemporáneo a los grandes expositores del expresionismo abstracto como Mark Rothko, Jackson Pollock, Willem de Kooning y Franz Kline entre otros. Me fasciné con su obra. Realmente sentí un llamado imperioso a tomar sus clases. Por lo que me contacté por teléfono con la Escuela para inscribirme en su taller, pero lamentablemente su clase ya estaba llena.
Aun así me decidí a viajar y tomar clases con otros pintores de la escuela. Pero para mi sorpresa, el segundo mes de mi estadía en Nueva York un cupo en la clase de Knox Martin se abrió y hubo una lotería. El cupo lo gané. Por lo que entré al taller y desde ese entonces mi vida dio un giro confirmado. El me alentó a dedicarme por completo a la pintura. Por lo que desde el año 2007 hasta la fecha he realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas en Estados Unidos, China, Londres, Colombia, México y Chile, al igual que exposiciones virtuales realizadas en conjunto a la plataforma Ironic Art Nation de Portugal. Junto con eso he realizado dos importantes residencias artísticas en China, en el Swatch Art Peace Hotel de Shanghai y en el Hotel Jungtels en Hangzhou.
Mi carrera pictórica abstracta se ha desarrollado en conjunto a una profunda investigación al libro ancestral hermético egipcio El Kybalión. Este texto contiene las 7 reglas acerca de cómo funciona el universo (mentalismo, como es arriba es abajo, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto, y género).
Todas estas reglas aluden a que todo tiene un lado activo y uno pasivo, como un Yin y un Yan. Y que ambos lados contienen el todo, lo neutro, lo que trasciende. Una de sus reglas es la regla del género, por la cual todo tiene un lado femenino y masculino. Y al decir “todo” también entonces se incluye que lo masculino contiene el femenino, y el femenino, a su vez, contiene lo masculino.
Es este concepto del TODO el que ha sido objeto de mi trabajo, tomando como base el lado Occidente y el Oriente del mundo. El lado Occidente vendría a ser lo masculino, el “Yan” y el oriente lo femenino “Yin”. En mis investigaciones descubro que mágicamente el número 7 oriental se escribe exactamente igual al número 7 occidental, pero de forma invertida, como si fuesen reflejos el uno del otro.
Al juntar esos números descubrí un nuevo símbolo que grafica de forma muy similar lo que en Oriente se denomina Centro, al que denominé “Alquimia de la Paz”. Así con este símbolo culminaría mi investigación del Kybalion y graficaría EL TODO, el postulado principal del Kybalion.
Ahora bien, ahondando más en el tema, ¿qué sería entonces lo femenino en sí mismo? Lo femenino es la fuerza más abstracta y fluida que tiene el universo. Es la fuerza intuitiva, la fuerza perceptiva, la fuerza receptora.
Y en este sentido, esta fluidez innata de aquello que llamamos “femenino” (como energía) busca y encuentra de forma muy mágica en la pintura abstracta una forma muy natural de manifestarse, por cuanto una pintura abstracta goza de fluidez, percepción y no tiene etiqueta por cuanto no son definibles figuras reconocibles en ella. De ahí su término “abstracto”.
Por mi experiencia estos años, estoy muy sorprendida de la cantidad de mujeres que tienen una fuerte voz en el mundo de las artes contemporáneas con absoluta visibilidad en galerías y museos, con especial relevancia en NYC.
Ahora yendo más allá, creo que en las artes visuales, como en todo arte, el género en sí mismo de quien realiza la obra pierde relevancia, por cuanto es el resultado, la obra en sí misma la que nace al mundo, independiente de su creador. El arte en sí mismo es un acto andrógino, un acto neutro. Por lo que uno puede ver en una pared diversos cuadros pintados por hombres y por mujeres, y la verdad, puedes no notar la diferencia en cuanto a cuál fue el género del autor.
Esa energía del todo, la energía neutra, la energía primaria, la manifestación no discriminada es lo que el mundo creo debiese enfocar su atención. El fin último de lo humano trasciende lo que llamamos femenino o masculino, sino que alude más bien a la fuerza superior divina, o de la fuerza natural que concentra los infinitos misterios del universo.
Espero el enfoque interno del ser humano, ya sea hombre, o ya sea mujer, sea el de encontrar aquella manifestación superior de elevación de consciencia, por medio de la cual toda etiqueta de nombre, raza, género, edad, es limitante al lado de la grandiosidad de la energía que nuestro cuerpo contiene.
* María Paz Contreras Buzeta (PAZ); (Chile, 1981), Artista e Investigadora. Estudia Pintura en The Art Students League of New York. Se dedica a la pintura, curaduría de exposiciones y creación de símbolos que unen el Oriente con el Occidente, con base en el texto ancestral hermético El Kybalion. Su perfil de Instagram es @pazpainting.
© PAZ.