Qué es una institución de derechos humanos. Los funcionarios de la Defensoría de la Niñez de Chile supieron dar una respuesta a esta pregunta, respuesta que no fue capaz de dar el líder de la institución y sus colaboradorxs más cercanxs: una institución de derechos humanos es una institución que defiende los derechos humanos de las personas, y no sólo no contrata personas que los vulneran, sino que también los persigue, porque ese es su objetivo, estar siempre del lado de las víctimas. Dado que quien fue elegido Defensor no entendió bien de qué se trataba su trabajo, ellxs dijeron: nos vamos a huelga. Porque esta es la única actitud coherente con una institución de estas características, aunque el Defensor de la Niñez o el Secretario General de Naciones Unidas no quieran que sus instituciones sean de derechos humanos, y en cambio sean otra cosa, contraria a la ética. Recordemos que Naciones Unidas todavía no investiga la denuncia que presenté hace cuatro años, por el acoso sexual y abuso de autoridad que sufrí en UNICEF cuando trabajaba en esa institución. Luego el elegido Defensor de la Niñez, no contento con esta dilación contraria a los derechos humanos, resolvió contratar a quien denuncié en UNICEF, por alguna razón inexplicable para la razón, y sólo explicable desde la certeza de su ausencia de calidades éticas. Pero tenemos un motivo de gran alegría: sus funcionarixs sí sabían de lo que se trataba su trabajo. Detener las funciones porque una institución está faltando a sus objetivos principales es una actitud absolutamente necesaria en estos tiempos aciagos. Pero no todos son sinsabores: esta huelga es una fuerte luz de esperanza para los derechos humanos. Y va a caer, se cantaba en mi infancia, en un país sumergido por una dictadura sanguinaria, y que acabó con la vida y la integridad de una gran parte de su población, más todas las heridas y ramificaciones que un régimen de esas características causa en quienes están alrededor y las generaciones futuras. Pero esta herencia macabra se va de a poco terminando, y hoy lxs funcionarixs hacen huelga cuando existen personas que se sienten por sobre las normas, o por sobre los demás. No recorrimos un largo camino reflexionando sobre esa institución para que terminara en esto. No la hemos creado en vano. Quienes trabajamos en derechos humanos, y todas las personas éticas, creemos firmemente que esta es una herencia que hay que sacar de cuajo. Lo que nos interesa es perseguir a los abusadores, y proteger a las víctimas. Ir reparando la debacle, pasada y presente. No podemos perder el tiempo en actitudes contrarias a la ética, siendo que la amenaza a los derechos humanos es hoy tangible como una bomba, como una mujer muriendo porque la ley no le permite abortar. El dolor es tangible y la defensa es urgente. Mientras no se ponga un fin al acoso y al abuso la necesidad de acción apremia. Tenemos que liberar a las nuevas generaciones de lo que nosotrxs hemos sufrido. Existir no puede ser un eterno retorno abominable. Que se lleven a cabo todas las denuncias y huelgas que se requieran: ni un abuso más. El feminismo es la patria de la humanidad, la tierra de lxs libres. Los derechos humanos tienen que ser una realidad. Tiene que existir la justicia. Muchas gracias a lxs funcionarixs de la Defensoría de la Niñez de Chile por haber dado una respuesta tan clara a lo que esto significa. Tal vez pueden sugerirle estas nociones a la Universidad Diego Portales de Chile, a la Universidad de los Andes de Chile, y a todas las que contratan personas abusadoras. NO MÁS ABUSADORES EN NUESTRAS INSTITUCIONES NI EN NINGUNA PARTE.
Andrea Balart