[esp] Catalina Illanes - Relicario

    Mi corazón es un complicado relicario donde nadie descansa en paz. Deambula por todas partes y me desconcentra, perdiéndome en una selva platónica y cruel. 

    Quizás la culpa es de este deseo incandescente. Me imagino una llamita, como la del Sagrado Corazón. Y esa llama me arde todo el tiempo. Me quema y se lleva todo lo cuerdo que hay en mí.

    Por ejemplo, me gustaría decirle que venga. Que estoy sola. Que me puedo arrancar un rato de ser la que siempre soy o la que soy ahora. Que podría ser de nuevo esa de antes, esa que no conoció y que yo tengo medio enterrada. 

    Esa que le diría que sí. Quiero verte. Esa que no tenía nada que perder porque no arriesgaba nada más que el corazón, tan acostumbrado a las heridas y a sanarse en camas ajenas. 

    No le hablaría del incendio en mi cabeza. No le diría lo que quiero que me haga ni que me arden sus ideas, sus palabras. Su falta de culpa. Me arde su descaro. No le diría nada. Me lo comería con los ojos y lo dejaría explorar. Mi esfuerzo sería mantener el juego a mi medida.

    Pero nada de eso va a suceder. No voy a mirarlo hasta el desgarro porque no le voy a decir que estoy sola y que puede venir. Porque nunca estoy sola. Porque esa de antes se me perdió en la selva y no la dejo volver. Porque me enredan mis concepciones de siempre y me tropiezo con mi idea del amor.  

    A cambio, que se conforme con la extensión de mis secretos y las velas que les prendo a los muertos que se pasean por ahí. Quizás, en ese rincón oscuro, puedan encontrarse y hacerse. Comerse las ganas que se tienen y después volver a la nada. A la mirada furtiva pero ya sin reservas ni suposiciones. Al hambre perpetua de la posibilidad.



* Catalina Illanes nació en Santiago de Chile en 1980. Estudió Letras, es profesora de Lenguaje y Magister en Psicopedagogía. Formó parte del taller de escritura autobiográfica de María José Viera Gallo, entre 2016 y 2019. Le gusta la acuarela y el collage @cip_ilustraciones. Tiene dos hijos y dos gatas.



© Catalina Illanes.



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