Denuncia ahora / Dénonce maintenant / Denounce now

Denuncia ahora: revolución metoo 2.0

Yo creo que toda esa energía que ocupan las mujeres en transformar en arte y reparar las experiencias traumáticas de agresiones sexuales y violencia ahora hay que emplearla en activismo feminista y abordar directamente el problema: desenmascarar a todos los violadores, nombrarlos y enviarlos a tribunales, a todxs, sin importar la clase social, el origen o lo que sea. No quiero ver una película más, ni cuadro ni poema, de una mujer víctima de violencia intentando reconstruirse: ataquemos el problema desde su raíz y reparemos con justicia. Hay que inyectarle fuerza a esto porque va lento y no disminuye: revolución metoo 2.0. Atención: no es normal violar. Es un delito, y no es tu problema privado que tienes que resolver sola llorando en tu casa, es un problema público, del cual la sociedad y las instituciones en su conjunto tienen que hacerse cargo. No eres la única que le pasó o le está pasando, eres una o uno entre miles de millones de personas. Contrarrestemos esta lacra entre todxs. Está mal violar a alguien, tiene que dejar de suceder. No es, ah normal, otra película de mujer violada, porque es algo de todos los días, una conducta normal: no. Está perseguida por la ley, y tiene pena de cárcel. ¿Te violaron? ¿Te están violando? Dilo, anótalo en letras bien grandes, anota su nombre, y denúncialo a la justicia: ahora, ahora ya, hoy, mañana, esta semana, es tu derecho. ¿Te obligaron a llevar a cabo cualquier conducta de carácter sexual sin tu consentimiento activo?: es una violación. Tienes derecho a no ser violada. Tienes derecho a decir que te violaron. Tienes derecho a decir quién te violó, si no se escucha, dilo más fuerte. NO MÁS. DENUNCIA. Fue ayer, antes de ayer, hace cuarenta años, mañana: no importa. Sigue siendo un delito y no tiene que ver contigo: DENUNCIA AHORA.


Fantasía

La fantasía es todo. Pero preparémonos para lo peor, porque puede llegar. No hay razón en la ópera, dice Maria Callas, en la película de Pablo Larraín. Mi vida es la ópera, afirma. El amor es un pájaro rebelde, que nadie puede domar, canta Callas, en la Habanera de Bizet, el amor es hijo de la bohemia, y nunca ha conocido la ley, cuando crees tenerlo, él te evita, cuando crees evitarlo, él te tiene. Estoy en la mitad de la vida. Hace doce años me fui de Santiago de Chile, escapando de la opresión. Una fantasía. Ahora escucho ópera, Maria Callas cantando: l’amour est un oiseau rebelle, que nul ne peut apprivoiser, tu crois le tenir, il t’évite, tu crois l’éviter, il te tient. Todo es canto y fantasía. ¿Escapé de la opresión? No sé. Conocí la humildad en cualquier caso. La humildad real. Conocí la flexibilidad absoluta, lo que es ya bastante. Aterricé la fantasía, para crearla mil veces más inmensa. Una fantasía sobrecogedora y gigantesca. Una fantasía tan descomunal que sale por las ventanas y lo inunda todo. Desciende río abajo y llega al mar. Llega a la inmensidad en el horizonte. Bien. Tal vez esa es una forma de escapar de la opresión. El himno de Chile dice, o la tumba serás de los libres o el asilo contra la opresión. De acuerdo. ¿Hay la fantasía suficiente? El neoliberalismo no conoce la fantasía. Teme de la fantasía, quiere destruirla, para que todo sea ganancia. ¿Ganamos? Perdemos. Nos perdemos. Estamos perdidos. Pero soñamos, sabemos hacerlo bien. Aunque nos falte la fantasía. Debe ser una capacidad humana. Igual que el humor. Chile es un país con muchísimo sentido del humor. Juntos son dinamita. Como Nicanor Parra y la pluma. Entonces surge algo lleno de fantasía: el humor negro. Lo que nace cuando se tiene fantasía en el lugar donde se aniquila la fantasía. ¿Encontré aquí la fantasía? No tengo idea. Tal vez ya la tenía de antes. Porque resistir es una fuente inagotable de fantasía. Sigo resistiendo, con humildad y flexibilidad, aunque no lo parezca, sobre todo lo segundo. Tal vez soy un pájaro rebelde, como el amor. En cualquier caso amo la fantasía. Amo la ficción infinita. Todos esos cuentos hermosos que nos contamos para sobrevivir. Sigo contándome cuentos, eso no cambia. Doce años y tal vez soy la misma. Creo en la fantasía. En el mundo de la fantasía. El que abre y cierra. El que da juego y ceremonia a la existencia en búsqueda de sentido. Cuando creo tener a la vida, ella me evita, cuando creo evitarla, ella me tiene: como un juego. Doce años y entiendo mucho menos que antes. Tal vez tenía ideas más categóricas sobre las cosas. Ahora es el vendaval absoluto. Soy más feliz en todo caso. Me volví rama flexible que vuela con el viento sin romperse. Una verdadera danza, con una melodía como la habanera, que va y vuelve. Que salta y cae. Se mece como si entendiera algo, y no. Tal vez rendirse a la comprensión es la etapa siguiente. Quedarse en la fantasía como un refugio seguro. Unas novelas que vayan contando la historia que falta. Como quieren eliminarla en todos lados, también aquí, hay que insistir sobre ella. Porque sin fantasía: nada. Buscando las historias un sentido. En doce años, ¿encontré el sentido de la vida? Como escribió Han Kang: Todo esto no tiene ningún sentido. Como escribió Parra: es para el otro lado. Está en la fantasía, ahora lo sé. Lo encontré tal vez. Doce años y encontré el sentido de la vida. No tengo nada más que silencio, pero voy redactando esa fantasía del sentido. En un Lyon luminoso y ardiente, voy escribiendo la fantasía del sentido. El amor es un pájaro rebelde. Las historias son un animal hambriento. Un animal mitológico y teatral de la fantasía. Esta mitad de la vida será la ópera absoluta. La que emociona hasta hacer nacer. ¿Quién soy? No tiene ninguna importancia. Vivo en el mundo de la fantasía.  

Andrea Balart

Desear vivir

Yo deseo vivir. Desear vivir es una cosa, lo otro es que los demás nos permitan vivir. A veces efectivamente nos lo impiden, y otras veces los dejamos que lo hagan. Por ejemplo ahora en la franja no lo están permitiendo. Eso se llama genocidio, y no tiene perdón de ningún dios o diosa. Cualquiera de ellxs estaría en desacuerdo. Los países no sé, pasivos como están parece que estuviesen de acuerdo. Yo claramente no estoy de acuerdo, igual que los dioses, y que la mayoría de la población mundial. Por qué tenemos gobernantes idiotas y sádicos. ¿Votamos por ellos? Termina siendo un gran misterio. Decirnos, así es la vida, es un error. No es para nada así. Ellos la hacen así. Podría ser totalmente diferente. La violencia es una anomalía. Un error en la secuencia. Para qué diablos tenemos cerebro. Si no es para pensar un poco. Las emociones, para qué. Si no podemos identificar lo que está bien de lo que está mal. Si no podemos alcanzar a los demás. Esto no es sólo un misterio, es un gran fracaso. Un estridente fracaso. Una derrota de la estupidez y de nuestra incapacidad a ser personas. Ser persona significa desear vivir, o al menos permitírselo a los demás, si no queremos seguir. La destrucción es un naufragio. Una ruina de la que no se vuelve indemne. Los dioses y las diosas nos observan. La pérdida es inminente. Por una vez creemos ese mundo donde haya el deseo de vivir. 

Andrea Balart